Para el Director del Coro, una súplica para ser salvado de la destrucción, por David, un Mijtám, cuando huyó de Shaúl, en la cueva. Favoréceme, Dios, favoréceme, pues mi alma se refugió en Ti. A la sombra de Tus alas me refugiaré hasta que pase la traición. Clamo a Dios, supremamente sublime, al Dios que hace para mí. El enviará del cielo y me salvará de la desgracia de aquellos que desean engullirme, sela. Dios enviará Su misericordia y Su verdad. Mi alma está entre leones; yazgo con hombres irascibles, personas cuyos dientes son lanzas y flechas, y cuya lengua es una espada afilada. Sé exaltado encima de los cielos, Dios, sobre toda la tierra esté Tu gloria. Ellos preparan una red para mis pasos, mi alma es encorvada, cavaron una fosa delante de mí, caerán en ella, sela. Mi corazón esta imperturbable, Dios; mi corazón está imperturbable; cantaré y haré música. Despierta, alma mía, despierta, con arpa y lira; despertaré el alba. Te agradeceré dentro de los pueblos, Dios, cantaré a Ti entre las naciones, Pues grande hasta los cielos es Tu benevolencia y hasta las alturas superiores está Tu verdad. Sé exaltado encima de los cielos, Dios, esté Tu gloria encima de toda la tierra.
Extraído del libro
Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch
Sudamericana
© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.
Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.
Derechos Reservados.
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