Para el Director del Coro, sobre el neguinat, por David: Oye, Dios, mi clamor, atiende a mi plegaria. Del extremo de la tierra llamo a Ti, cuando mi corazón flaquea [de aflicción]: ¡Guíame sobre la roca que me supera! Pues Tú [ya] has sido un refugio para mí, una torre de fortaleza ante el enemigo. Moraré en Tu tienda, [el Santuario,] para siempre; me cobijaré en el refugio de Tus alas eternamente. Pues Tú, Dios, oíste mis votos; otorgaste la herencia de quienes temen Tu Nombre. Agrega días a los días del rey; que sus años igualen los de cada generación. Que él siempre se siente ante Dios; asigna bondad y verdad para preservarlo. Así, entonaré la alabanza de Tu Nombre por siempre, mientras cumplo mis votos cada día.

© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.
Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.
Derechos Reservados.
© Copyright, todos los derechos reservados. If you enjoyed this article, we encourage you to distribute it further, provided that you comply with Chabad.org's copyright policy.
Sobre el libro
En este libro
Sobre la editorial
Únete a la charla